jueves, 9 de septiembre de 2010

NOTICIA

Reordenamiento del transporte sigue pendiente: "Lima tiene 20 años de retraso en su modernización"


Quien tiene la mala suerte de ser pasajero de uno de los 505 vehículos que circulan cada cinco minutos por la avenida Javier Prado en hora punta —según estadísticas de la ONG Luz Ámbar— sabe que el tiempo que demorará en transitar esta vía no depende del conductor, sino de la suerte. Y que, por más suerte que tenga, pasarán entre 45 minutos y una hora y cuarto, antes de que pueda salir del enlatado vehicular.

Al otro extremo de Lima, los choferes de las 99 líneas autorizadas a recorrer la Panamericana Norte deben luchar con cientos de vehículos de carga, colectivos y autos particulares para recorrerla en al menos hora y media. En otro punto de la ciudad, cualquiera de las 118 líneas autorizadas por la Gerencia de Transporte Urbano de la Municipalidad de Lima (GTU) a circular por la avenida Aviación demora poco más de una hora en recorrer esa vía, gracias a los desvíos y las restricciones que ahora se ejecutan por las obras del tren eléctrico.
Sumadas a estas, las avenidas Primavera (71 líneas autorizadas), Universitaria (195), Abancay (53) y Próceres de la Independencia (207) también tienen como común denominador una sobredosis de vehículos, bocinazos, estrés y contaminación.


RUTA METROPOLITANA
La solución para el exceso de vehículos de transporte público, el crecimiento exponencial del parque automotor y la imposibilidad de jubilar a los carros más antiguos está en manos de la GTU.
Consultado al respecto, Javier Baraybar, jefe de dicha gerencia, se excusó de brindar declaraciones acerca del trabajo realizado para mitigar el problema del tráfico, además de la construcción de Metropolitano. Sobre dicho corredor y los cambios de ruta que debe generar en los distritos por los que pase, se consultó a diversos municipios si hay coordinaciones en marcha. San Borja, Barranco, Chorrillos y Lince confirmaron que no había ninguna conversación al respecto.

REZAGO TOTAL
Marco Tulio Gutiérrez, especialista en temas municipales, dijo que si bien el Metropolitano y el tren eléctrico son positivos, la ciudad lleva más de 20 años de retraso en el tema del transporte.
Luis Quispe Candia, representante de la ONG Luz Ámbar, afirma que el trabajo de la actual administración municipal es muy lento. “La solución está en la eliminación de rutas y ofrecer alternativas de servicio público. Es decir, al Metropolitano y al tren eléctrico habría que añadir otras vías troncales”, señala. Y añade que se deberían establecer puentes (por ejemplo sobre el río Rímac), ampliar vías (como la avenida Javier Prado) y racionalizar el parque automotor.


URGE FORMALIZACIÓN
Claudia Bielich, socióloga de la Universidad Católica e investigadora de la problemática del transporte, dice que la racionalización de rutas debe venir acompañada de la formalización de las empresas de transporte. “Se les debe exigir tener personal en planilla y no reclutar unidades informalmente porque así el mercado se desboca. Es alta la informalidad con la que el concejo permite que trabajen”, puntualiza. La esperanza de solución está, una vez más, en la próxima gestión municipal.

CONTINÚA ESPERA POR BONO DE CHATARREO
Que los vehículos con más de 35 años de antigüedad bordeen los 49.000 delata la necesidad de que el Ejecutivo implemente rápidamente un tema pendiente desde el año 2007: el bono de chatarreo.
Si bien inicialmente el problema era el presupuesto, ahora se cuenta con US$192 millones para su aplicación. Sin embargo, según el ministro de Transportes, Enrique Cornejo, la demora se debe a la necesidad de reformular la dinámica para la aplicación del bono.
“De la forma en que estaba planteado, no ha tenido acogida con la empresa privada porque los empresarios estaban preocupados por la forma en la que se utilizarían los restos del vehículo, para evitar generar mercados negros. Estamos mejorando ese aspecto”, manifestó.
Lo que el ministro no precisó fue la fecha en la que se presentaría la propuesta. Una vez más, solo queda esperar.


CLAVES
1. En la década del 90, la oferta de transporte urbano abastecía solo al 40% de la población, aproximadamente.

2. Lima cerró la última década con una sobreoferta de casi 30%. Las combis y coaster son las principales causantes de esta saturación.

EL DATO
Altos costos
Un estudio realizado el 2009 por Pro Expansión, develó que el caos vehicular le cuesta a Lima US$6 mil millones al año.

Fuente: El Comercio